Hoy hablaremos de los envoltorios y lo que rodea a nuestro negocio.
Llevamos toda la vida inmersos en el mar de envoltorios, que parece que sin ellos no vamos a poder vender nuestros productos. Bolsas, cajitas, sobres y otros elementos superfluos que al final acaban en la basura.
Nosotros desde los principios tratamos de no entrar en esta dinámica. Por mucha bolsita con lacitos si lo que viene dentro es de poca calidad, su envoltorio no lo va a cambiar. Lo gráfico se quedará con nosotros a lo largo de nuestras vidas y si es de mala calidad, pues ningún envoltorio lo va a mejorar. Ninguno.
Los que habréis recibido trabajos nuestros ya sabéis que los álbumes vienen en el sobre con el que vienen por mensajero. No hace falta nada más, lo más importante es lo que viene dentro. Las fotos las entregamos en pendrives comprados a granel sin publicidad con una tarjetilla nuestra hecha con el sello seco en un recorte de un papel reciclado. Y las copias en sobres también de papel reciclado.
¿Por qué?
Simplemente todas esas monadas que se pueden hacer hoy en día cuestan dinero. Y nosotros más que nada nos dedicamos a hacer fotos, el comercio de envoltorios de un solo uso pues no es lo que más nos apetezca y como no hay normativas de sanidad que nos obliguen a usarlos, pues no vamos a envolver nuestras cosas más de lo que sea estrictamente necesario. Además, simplemente, si lo tenemos que comprar nosotros, también te lo tendríamos que cobrar a ti. Y los envoltorios que hacemos son tan insignificantes, que no procede repercutir ningún coste.
Además, últimamente entregamos las fotos en su versión digital por servicios web, así no tenemos que grabar discos, pendrives ni quemar combustibles para realizar las entregas. Salvo casos muy especiales, claro está.
Así tenemos más tiempo para mimar tus fotos.